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5 preguntas que le haría a mi bicicleta


Si tu bicicleta pudiese hablar ¿qué le preguntarías? 




En las largas jornadas en mountain bike en solitario más de un ciclista ha terminado hablando a la bicicleta o chocando los cinco con ella después de una espectacular bajada, no es nada raro, ya que un estudio confirmó que los ciclistas desarrollan vínculos emocionales con sus bicicletas, pero si pudieran hablar, posiblemente les haríamos muchas preguntas. 




¿Por qué eres tan cara si eres tan barata de producir? 

Querida bicicleta para tenerte a mi lado he tenido que saquear mi cuenta del banco, ¿por qué eres tan cara, si eres un producto barato de producir en una línea de fábrica y sus tecnologías nuevas en caso de tenerlas se amortizan en uno o dos años?. Posiblemente nos contestaría, que el valor y límite del precio se lo ponemos nosotros por el amor que tenemos a pedalear y a disfrutar de las sendas. 



¿Por qué siempre pinchas en el peor momento?

Querida bicicleta, ¿por qué siempre pinchas en medio de la nada o en mitad de un emocionante descenso?, sería genial que pinchases llegando al bar o ya en el portal de la casa, de esta manera no habría que detenerse y nos llevaríamos aún mejor de lo que nos llevamos, gracias. 




¿Por qué eres tan adictiva?

La bicicleta es una adicción total, cuanto más la coges más quieres volver a montarte en ella.  A la pregunta de por qué es tan adictiva la bicicleta, nos contestaría que ella es generadora de Dopamina, feniletilamina y serotonina, hablando en castellano, son generadoras de energía y motivación, estabilidad emocional y mejora anímica. 



¿Por qué paso más tiempo contigo que con mi familia? 

Una bicicleta necesita tiempo para sacarla de ruta, pero la cosa no termina ahí, luego toca limpiar, hacerle mantenimiento y de vez en cuando mirar componentes para bicicletas nuevos que puedan mejorarla o hacerla lucir mejor. Tendrás que vigilar el reloj y que ella no te robe todo tu tiempo. 



¿Por qué te gusta que te tiren todo el rato fotos? 

Yo hacía fotos hasta que compré una bicicleta, ahora desde que la tengo todo el día le estoy tirando fotos a ella sola, fotos con ella saltando, fotos en plena ruta, fotos con todos mis compañeros de salida y sus bicicletas. Mi bicicleta me obligo de cierta manera a abrirme una cuenta de Instagram para poder seguir subiendo sus fotos y casi que ya me gusta.