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ConBici saca un plan de medidas para que las administraciones motiven el uso de la bicicleta

La bicicleta se posiciona como una aliada en las medidas de prevención de la transmisión del coronavirus: permite distancia social entre la ciudadanía; descongestiona el transporte público y contribuye a mantener bajos niveles de contaminación, factor crítico de transmisión del virus.




 La bicicleta es un modo de movilidad ideal para ciudades compactas donde los desplazamientos esenciales son cortos. La bicicleta permite mantener la distancia social de seguridad, cede el transporte público a aquellas personas que no pueden desplazarse en otro medio, mejora la salud física y mental, especialmente importante tras este período de confinamiento, y mantiene bajos los índices de ruido y contaminación alcanzados en las últimas semanas. 


La bicicleta permite mantener la distancia social de seguridad, cede el transporte público a aquellas personas que no pueden desplazarse en otro medio, mejora la salud física y mental, especialmente importante tras este período de confinamiento, y mantiene bajos los índices de ruido y contaminación alcanzados en las últimas semanas. Es la elección más inteligente y la más elegida en el resto de países para afrontar la crisis de COVID-19. En la actualidad, Londres y París facilitan el uso de bicicletas públicas a personal sanitario y al resto de la ciudadanía. En Wuhan se triplicó el uso de este servicio mientras se contrataba a más personal para desinfectar las bicicletas más a menudo y redistribuirlas en los entornos sanitarios y de alimentación. En Bogotá, Ciudad de México, Calgary, Berlín, Helsinki o Nueva York se están creando corredores ciclistas temporales en grandes avenidas, en París y Bonn fomentan el uso de bicicletas compartidas, mientras que en Holanda, Alemania y Dinamarca los ministerios de sanidad recomiendan a la ciudadanía que los trayectos se hagan fundamentalmente a pie o en bicicleta. Además, en la mayoría de países europeos los talleres de bicicletas han sido reconocidos como servicio esencial para el transporte, o bien se ha reconsiderado su cierre y vuelven a prestar servicio (como recientemente en Portugal)




 Tomando en cuenta los efectos positivos que el uso de la bicicleta ha traído durante la gestión de la crisis sanitaria a escala local en otras capitales mundiales, la Coordinadora ConBici reivindica más que nunca la bicicleta como vehículo de movilidad activa en España, e insta a las administraciones públicas y de la sociedad civil a promoverla.


La Coordinadora propone adoptar las siguientes medidas con objeto de contribuir a disminuir los potenciales riesgos provenientes de los desplazamientos a los lugares de trabajo: 

  1.  La reapertura de los servicios de bicicleta pública, habilitando un adecuado sistema de desinfección y tomando las debidas precauciones. Actualmente solo funcionan alrdedor del 25% en todo el Estado (en Wuhan éstos permitían a los sanitarios desplazarse más rápidamente).
  2.  Creación de corredores ciclistas provisionales para favorecer desplazamientos seguros con suficiente espacio para su uso masivo (en Bogotá están habilitados desde mediados de marzo). 
  3. Reducción de velocidades como medida más rápida y efectiva para prevenir conductas temerarias e incrementar la seguridad de peatones y ciclistas. La mayoría de los accidentes ocurren por la interacción con vehículos motorizados.
  4.  Apertura de servicios de mantenimiento y reparaciones de urgencia de bicicletas a demanda para profesionales (en Reino Unido las tiendas de reparación de bicicletas, designadas como prestación esencial, han recibido un incremento en la demanda y forman parte del engranaje de los servicios básicos).
  5.  Reconocimiento de la ciclo-logística como medio de transporte de mercancías profesional. Sus trabajadoras y trabajadores deben tener acceso a los equipos de protección individual y test-rápidos. 
  6. Reconocimiento de los desplazamientos en bicicleta en igualdad a cualquier otro medio de transporte por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, ya que se han venido produciendo algunos casos de abusos policiales en traslados justificados y acreditados. 
  7. Reajustar la semaforización para dar prioridad peatonal y ciclista. Reduciendo los tiempos de espera se favorecerá la distancia social de seguridad (esta medida obtiene muy buenos resultados en Bruselas). 
  8. Respeto a los espacios peatonales y ciclistas para poder circular con seguridad, libres de obstáculos y sin restricciones. El cierre de vías ciclistas o anillos verdes seguros y el aparcamiento inadecuado obstruye su circulación. 
  9. Refuerzo de aparcamientos en centros sanitarios y atractores de movilidad en previsión a un aumento de uso de la bicicleta por parte del personal sanitario y resto de actividades.