Los nuevos frenos Sram Maven representan la última apuesta de la marca estadounidense en el ámbito del gravity y las bicicletas eléctricas, prometiendo hasta un 50% más de potencia que sus predecesores, los Sram Code.
Estos frenos son el fruto de exhaustivas pruebas en competiciones de Descenso y Enduro de la Copa del Mundo. Lo más destacado es el cambio definitivo al aceite mineral por parte de Sram, quien tradicionalmente había confiado en el DOT; para ello, han desarrollado su propio aceite, el Maxima Mineral Brake Oil. Según Sram, estos frenos requieren un 32% menos de fuerza para su accionamiento, un detalle que será bienvenido por los ciclistas.
El diseño del Sram Maven es imponente; cuenta con cuatro pistones de considerable tamaño para aumentar la superficie de contacto, con medidas de 19,5 y 18 mm, y utiliza pastillas propias de forma alargada, disponibles en compuesto metálico u orgánico.
Las manetas son idénticas a las de las Sram Stealth Ultimate, equipadas con dos diales para ajustar la distancia y el contacto de las pastillas de freno. La pinza ha sido diseñada para lograr la máxima rigidez y mantener una temperatura constante y moderada en las pastillas, asegurando un rendimiento óptimo en todo momento, sin estar ni demasiado frías ni demasiado calientes.
Los frenos Sram Maven se ofrecen en tres modelos diferentes: Maven Ultimate, Maven Silver y Maven Bronze. Los modelos de entrada de gama, Maven Bronze, carecen de regulaciones en las manetas. Los precios varían desde 220€ hasta 360€ por maneta.