La marcas de lujo de ropa han sido golpeadas por China al revelar que se fabrican allí a precios realmente bajos para ser vendidas luego por miles de dólares. Pero, ¿Qué pasaría si los fabricantes asiáticos —especialmente en China y Taiwán— revelaran con total transparencia qué marcas de MTB producen en sus fábricas y cual es su precio? ¿Y si, además, pudiéramos comprarles directamente?
La gran incógnita del "Made in"
Taiwán y China son dos de los mayores polos de producción del ciclismo mundial, ya no hablamos de bicicletas solo, hablamos de componentes, suspensiones, ruedas …Gran parte de lo que usamos en nuestras bicis nace allí, aunque después venga con un logo europeo o americano y un precio multiplicado por tres o cuatro o cinco.
Lo curioso es que las propias fábricas no suelen decir para quién trabajan. La confidencialidad es total. Pero si esta barrera se rompiera, podríamos tener acceso directo a productos de alta calidad, con las mismas especificaciones que los de las grandes marcas… pero a precios mucho más bajos.
¿Por qué no lo hacen?
La respuesta es sencilla: las marcas son quienes mandan. Ellas controlan la narrativa, el branding, el diseño final y, sobre todo, los márgenes de beneficio. Pero estamos en medio de una guerra económica marcada por los aranceles, y el panorama podría cambiar radicalmente. ¿Qué pasaría si China y Taiwán decidieran tomar la iniciativa y revelar los precios reales de fabricación de las bicicletas de montaña y sus componentes?
Y aún más revolucionario: ¿y si empezaran a vender esos mismos productos —los originales, no imitaciones— directamente al consumidor final, a precios realmente bajos? Algo similar a lo que ya está ocurriendo en la industria de la moda de lujo, donde las propias fábricas están empezando a ofrecer productos sin intermediarios, con total transparencia. El MTB podría estar a las puertas de una sacudida histórica.
El sueño del rider: acceso directo a fábrica
Imagínatelo: poder comprar un cuadro de carbono hecho en la misma fábrica que X marca top, pero sin pagar el sobreprecio del branding. O unas ruedas idénticas a las de gama alta, pero sin tener que financiar media temporada del equipo patrocinado. Sería un terremoto que haría temblar a toda la industria del mountain bike. La gran pregunta es: ¿querríamos realmente saberlo todo? ¿O seguiremos valorando lo que "parece" más que lo que realmente "es" y seguir pagando para darle un valor imaginario que nos eleva nuestro estatus social?.